En varias ocasiones hemos tratado en este blog diversos aspectos sobre la buena gestión de las redes sociales, cómo comunicar en social media o cómo actuar ante una crisis en social media. A lo largo de nuestras labores de documentación para escribir los diferentes artículos, nos fuimos encontrando gran variedad de ejemplos de detonantes de crisis en redes sociales, muchos de ellos errores cometidos por grandes empresas.
Nos resultó tan curioso como didáctico, ya que se trataba de ejemplos, muy diferentes entre sí, que evidenciaban muy bien qué no se debe hacer o cuáles son las consecuencias de la mala gestión de una crisis, en muchos casos económicas. Nació ahí el germen de este análisis que hoy presentamos, que quisimos enfocar desde el punto de vista del coste que para las empresas o instituciones puede llegar a tener una crisis, sea porque se ha generado en el seno mismo de las redes sociales corporativas, o porque no se ha sabido abordar o resolver un conflicto que tiene su origen offline.
Algunos de los casos que se presentan ya los conoceréis, otros os sorprenderán, con alguno seguro que se os escapa una carcajada y, en general, os ofrecerán una visión global de las distintas vertientes o alcance que puede tener una crisis de reputación en redes sociales para una marca importante. Por nuestra parte, en «El coste de una crisis en redes sociales» hemos analizado los ejemplos y aportamos la visión de nuestra agencia para finalizar con una serie de consejos para llevar a cabo una gestión eficiente de las redes sociales corporativas. Puedes descargártelo en la sección de Estudios de nuestra web.
Elena Lostalé
Me licencié en periodismo, me especialicé en radio y me reciclé al marketing online. ¡Pero a mí lo que me gustaba eran los cuentos! Durante una década trabajé en estrategias de marketing para grandes marcas de la mano de Kanlli, donde todavía colaboro redactando artículos especializados. En la actualidad soy escritora, editora y locutora en una startup de cuentos infantiles. El SEO me gusta porque, a pesar de que el algoritmo es matemático, la clave está en las palabras ;-)