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e-commerce 2021

Poco antes de que diera comienzo la crisis sanitaria, eMarketer ya auguraba un crecimiento del e-commerce en España del 12,5% en 2020, el mayor de toda Europa Occidental. Pero la pandemia ha abonado aún más ese fértil terreno. Así, en julio de 2020, las estimaciones para ese mismo año ya señalaban un aumento de cerca del 23%. Un dato que contrasta con las previsiones de la venta minorista en general, para las que el portal de referencia estadounidense auguraba una caída del 13%. Hay que esperar a tener datos reales de lo que ha supuesto 2020 para el e-commerce español y me atrevo a asegurar que superará las expectativas. 2021 es el año del e-commerce

En realidad no necesitamos disponer los datos exactos para tener el pleno convencimiento de que el año de la pandemia ha supuesto un aumento considerable de las ventas digitales: lo saben los e-commerce, que han visto incrementado tráfico y ventas; lo saben los consumidores, quienes han llenado más carritos que nunca a golpe de clic; y lo sabemos los especialistas del marketing, porque hemos recibido muchas más solicitudes de servicios relacionados con el comercio electrónico. ¿La causa? El confinamiento pilló a muchos e-commerce «a medio vestir» y muchos tuvieron que ponerse al día rápidamente si querían mantener la competitividad en un mercado que se había vuelto loco de repente.

Lo relevante no es el comportamiento que tuvo el mercado en el momento más crítico o que continúa teniendo a día de hoy, en medio de la tercera ola. Lo verdaderamente importante es que estos acontecimientos excepcionales han fijado unos nuevos hábitos de compra y consumo de los consumidores a los que las tiendas digitales deben dar respuesta. En Kanlli hemos sido testigos durante todo este año de cómo muchos e-commerce se profesionalizaban y ponían en marcha importantes proyectos para no quedarse fuera. Comercios electrónicos que no eran de los grandes y que comenzaban a trabajar para serlo. Sectores como el de Alimentación y Bebidas (ver informe), Moda, Farmacia y Consumer Health (ver informe), Muebles y decoración, Tecnológico, Delivery, Telecomunicaciones o Alimentación animal (ver informe), se han hecho hueco entre los más beneficiados. Nadie duda que, para ellos, 2021 es el año del e-commerce.

Sin embargo, a pesar de este crecimiento experimentado por el comercio electrónico en España, no sería prudente pasar por alto que aquí, los que se han quedado con la gran parte del pastel han sido los grandes marketplaces como Amazon. Sirva de ejemplo más que ilustrativo un dato: durante los momentos más duros del confinamiento domiciliario, las ventas de leche en el mercado de Bezos experimentaron un crecimiento de ventas del 165.616%. Ciento sesenta y cinco mil, para dejar claro que se trata de un punto, no de una coma.

Pero, ¿qué hizo que productos de alimentación sencillos de conseguir en un supermercado online al uso, comenzaran a adquirirse a través de Amazon? Pues sencillamente, que se trataba de Amazon. Era este un entorno de compra con el que muchos usuarios (no dados a la compra de alimentación vía online) estaban ya familiarizados en cuanto a compras en otras categorías. Era esta una tienda que garantizó desde el primer momento las entregas, cumpliendo en tiempo y forma (algo que pocos supermercados online consiguieron por no disponer de una logística no sólo adecuada a este incremento de demanda, sino la flexibilidad y capacidad de reacción para ponerla en marcha). Era este un establecimiento virtual que no te cobraba el envío si eras cliente prime, por pequeño que fuera el pedido. Era conocido, era confiable, era seguro, era eficiente y era barato.

Competir con Amazon o grandes marketkplaces de referencia es un imposible para los e-commerce, que lo único a lo que pueden aspirar es a incrementar sus ventas vendiendo a través de él. Pero lo que sí es un hecho es que aquellos comercios electrónicos que más se logren asemejar a los grandes en cuanto a logística, confiabilidad, eficiencia, ventajas exclusivas… se llevarán la mayor parte del pastel de la parte de pastel que Amazon deje en el plato. Sin trabalenguas: los e-commerce que más logren parecerse a los grandes serán los más competitivos en su rango y se colocarán por encima de sus rivales con mayor facilidad. Los negocios digitales emergentes deben, por otra parte, buscar nichos y mercados en los que especializarse.

En Kanlli tenemos un profundo conocimiento del comprador en Internet, de la industria del e-commerce, de las tecnologías más punteras y de las estrategias de marketing necesarias para obtener una visibilidad que haga conocedores a los consumidores de las ventajas que tiene comprar en una tienda online que poco tenga que envidiar a los grandes en experiencia de compra y satisfacción del cliente, mientras carece de algunas características que opacan la reputación de los grandes a ojos del consumidor.

La digitalización de la economía no tiene marcha atrás. El comercio electrónico y la omnicanalidad se imponen como norma necesaria. La capacidad de adaptación de las tiendas online es lo que ha permitido a muchas salvar esta situación de crisis o, incluso, beneficiarse de ella en términos de ventas. Pero la economía digital se hace cada día más compleja, y se hace necesario ir de la mano de profesionales para poder crecer en áreas más técnicas, como es el desarrollo y el diseño web, o para abrazar las tendencias de e-commerce más punteras. Gran parte del mercado se ha trasladado a Internet y parece que ya no se moverá de ahí. Es urgente trabajar para que nuestra tienda online esté en la mejor calle comercial de la red.  2021 es el año del e-commerce.