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quick commerceVivimos en la era de la inmediatez y ello nos aboca al conocido como quick commerce. El acceso instantáneo a la información, el consumo de streaming o la interacción inmediata con cualquiera de nuestros contactos, son hábitos que han ido definiendo los que las personas de hoy, los consumidores de hoy, son y esperan. Si quieren algo, lo quieren ya: una necesidad creciente que ya se empieza a dar en el ámbito del comercio electrónico. ¿Esperar entre tres y cinco días para recibir un pedido? ¡En este e-commerce se han vuelto locos! Ya señalamos como tendencia de e-commerce 2019 el instant commerce. Ahora vamos un paso más allá.

La rapidez logística de Amazon, sobre todo en su modelo Prime, ha hecho que nos malacostumbremos. O «bien acostumbremos», según se mire. El modelo se fortaleció durante el confinamiento, cuando la gente no podía salir de casa y encontró en el gigante del retail la solución a sus necesidades de consumo diario. El auge de los servicios delivery ofrecidos por empresas como Glovo, Deliveroo o Uber Eats, contribuyeron aún más a afianzar esta «necesidad de lo inmediato». Y no hay marcha atrás: damos así la bienvenida a la tercera generación de comercio electrónico: el quick commerce, o Q-com.

Quick commerce no significa entrega rápida. Este nuevo concepto se refiere a la rapidez en todo el proceso de compra, desde que el usuario entra en un comercio online y hasta que lo recibe en la puerta de casa. Se habla de tiempos no superiores a 30 minutos en la duración de todo el proceso. Porque rápido quiere decir eso: rápido. No hay matices. Esto es lo que significa esta nueva tendencia minorista en la que la usabilidad web, el método de pago y el modo de entrega tienen el mismo peso. Así, la nueva lógica del comercio electrónico no sólo debe satisfacer la creciente demanda de entregas rápidas, sino que debe tener en cuenta toda la experiencia de compra, desde el mismo momento en el que se despierta en el consumidor el interés por un producto. 

El quick commerce es especialmente significativo en el sector de la alimentación, así como en los productos de gran consumo o de consumo recurrente. En este sentido, los hipermercados o marketplaces tienen una gran oportunidad de crecimiento y de posicionarse sobre su competencia mediante una ventaja inaudita. Esta tercera generación de comercio electrónico necesita apoyarse en una nueva generación logística.

Así, nace el concepto de dark store, tiendas no accesibles al público, que no son otra cosa que almacenes, que se reparten estratégicamente por las ciudades, a fin de poder satisfacer esta necesidad de inmediatez. Almacenes que requieren, de un lado, un control del stock para garantizar el abastecimiento y, de otro, un sistema de envío y transporte ágil y bien coordinado. Quien ya posea experiencia en la venta online de productos refrigerados tiene parte del camino recorrido.

El quick commerce no es una novedad en sí misma, sino más bien una mejora estructural realizada sobre un mercado que ya existe y que funciona. Esta nueva generación de comercio electrónico supone, además, una oportunidad para aquellas marcas de gran consumo que, tradicionalmente, necesitaban de la intermediación del retailer o el hostelero. El Q-com hace posible llegar directamente al consumidor, con todas las ventajas que conlleva. Sin duda se presenta como una experiencia de compra revolucionaria, capaz de sorprender al cliente y fidelizarlo, así como de satisfacer su creciente necesidad de inmediatez. Con importantes beneficios para los minoristas. Corren tiempos veloces y hay que ser el más rápido.