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Los hábitos de navegación en España, las exigencias de Google y la necesidad de adecuarse a un nuevo escenario han propiciado que muchas empresas hayan adaptado ya su web a móvil. Sin embargo, ni son todas las que deberían, ni todas las que se han “movilizado” lo han hecho de manera óptima, ya que casi más importante que disponer de una web móvil es ofrecer una experiencia de usuario satisfactoria.

Llama poderosamente la atención el hecho de que aún haya profesionales que únicamente se ocupen de cómo se ve su web en la pantalla del PC, a pesar de que un 60% de las visitas procedan del móvil. Es necesario cambiar el enfoque. Sí, el continente no es el mismo, de modo que el contenido tiene que adecuarse a este nuevo formato en el que todo se ve más pequeño y donde la experiencia de usuario está condicionada por la arquitectura y diseño web, la velocidad y el consumo de recursos.

Eso en cuanto a contenido. Pero la web móvil también afecta a la publicidad, en lo que a la cantidad de anuncios se refiere, y al formato en que estos se presentan. Tengamos en cuenta que la navegación en web móvil suele ser muy rápida y enfocada a obtener un resultado muy concreto, ya que los  usuarios no disponen de mucho tiempo cuando consultan el smartphone y, por lo tanto, no es el mejor escenario para que alguien se mueva a compra si no era esa la finalidad que propició su búsqueda.

Además, la amenaza de los Ad Blockers acecha, y ya no sólo se trata de bloqueadores de publicidad que son instalados intencionadamente por los usuarios: el último sistema operativo móvil de Apple, iOS 9, hace posible activar en iPhone y en iPad extensiones que bloquean contenidos, entre ellos los anuncios. La intención es ofrecer a los usuarios una más grata experiencia de navegación en la que se disminuye el tiempo de carga al bloquear aquellos elementos que lo dilatan, pero esto, necesariamente, se lleva por delante gran parte de los anuncios.

Pero, ¿qué pasa cuando lo que desea el usuario es comprar? En España, el móvil ya es la principal puerta de acceso a Internet, y el pasado año fue donde más creció el m-commerce en Europa, en concreto, casi un 69%. Sin embargo, en el último estudio publicado por Kanlli sobre las perspectivas de e-commerce para 2016, sólo un 62% de las tiendas online reconocían haber realizado esta adecuación, un 23% decía no tenerla adaptada aún, y un 2% aseguraba no tener intención de hacerlo.

Parece obvio que si tienes un e-commerce no es muy adecuado dejar cerrada una de las puertas de acceso a tu negocio. La única explicación que se me ocurre a que aún haya comercios online que no tengan web adaptada a móvil es el desconocimiento: no saben lo necesaria que es una versión web específica, ni los perjuicios que conlleva no tenerla. Tal vez nadie se lo ha explicado. Es importante que comiencen a interesarse por el tema.

No es el futuro, es el presente. Hoy en día todo es móvil y si no estás dentro, estás fuera; no hay discusión. Ahora es el turno de que las empresas tomen la decisión: si prefieren movilizarse o morir.