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Los motores de búsqueda alternativos proliferan en un mundo de usuarios cada vez más preocupados por su privacidad. Google tiene una cuota de mercado en España del 95%, según Statista. Del 92% en el mundo. Ningún otro buscador ha conseguido desbancarlo desde que se hizo con la posición dominante y no parece probable que ocurra en el corto plazo. Sin embargo, otro tipo de experiencias de búsqueda se abren camino, aquellas que garantizan plena privacidad.

Recientemente se ha lanzado Neeva, que promete una experiencia de búsqueda sin publicidad a través de un modelo de suscripción. Y no se trata de una de tantas ensoñaciones de emprendedores: Neeva está cofundada por antiguos líderes de producto y publicidad de Google. Casi al tiempo, el navegador Brave anunciaba el lanzamiento de su propio motor de búsqueda, aún en beta: Brave Search.

Motores de búsqueda alternativos

Tampoco es que sean movimientos muy novedosos: ya desde 2008 existe DuckDuckGo, un buscador que dice no recopilar datos de usuarios ni de navegación. Sin embargo, en un momento en el que la privacidad preocupa más que nunca a usuarios y legisladores, con la desaparición de las cookies en el horizonte y el reto que conlleva, las alternativas que no se basan en el dato parecen ser una buena idea. Pero, ¿cómo se monetizan estos motores de búsqueda alternativos?

Motores de búsqueda alternativos con distintos modelos de negocio

Neeva: busqueda por suscripción

En el caso de Neeva es sencillo, ya que se accede por suscripción. Es decir, se trata de un buscador de pago. Podría parecer una locura que alguien quisiera pagar por acceder a un buscador, pero no lo es tanto si nos fijamos en cómo los modelos de suscripción han ido entrando en la vida de los consumidores: desde Spotify a Netflix, el usuario busca experiencias libres de anuncios. Porque sí, los anuncios molestan, no nos vamos a engañar. La gente los ha tolerado a cambio del disfrute gratuito, pero las preferencias están cambiando.

Neeva es un modelo de negocio tan novedoso como arriesgado, aunque es cierto que si su fuente de financiación son los propios usuarios, también serán su prioridad. Nada de molestos anuncios, privacidad garantizada. Y eso no es todo: el buscador se presenta como un entorno seguro para los niños al realizarse búsquedas más limpias y controladas. Y también para las personas mayores, más propensas a caer en la trampa de los estafadores a partir de un anuncio engañoso. En España aún no está operativo y en Estados Unidos ha logrado hacerse con 10.000 usuarios tras lanzar su modo de prueba hace un año. Aún es gratuito, pero el coste mensual, a priori, será de 5 dólares mensuales. Un precio más que asequible para esta gran promesa.

Brave Search: sistema de recompensas

Muy diferente el es caso de Brave Search. Recientemente adquirido por el navegador Brave, este es uno de los buscadores alternativos más novedosos, ya que integrará niveles con y sin publicidad. Para su modelo basado en anuncios, el buscador aún necesita cerrar acuerdos publicitarios. Basará su publicidad en las búsquedas orgánicas que realicen los usuarios, quienes serán recompensados por visualizar anuncios mediante tokens, su criptomoneda. Este sistema de recompensas es el mismo que usa desde hace años en Brave, el navegador libre de publicidad. En este caso, la privacidad también está garantizada, al basar su modelo de negocio en las propias búsquedas realizadas por los usuarios.

Brave Search se integrará en el navegador Brave como predeterminado a finales de año, y hay que contar con que Brave es un navegador que ya posee 32 millones de usuarios mensuales. Es previsible que parte de ellos migren a su buscador cuando ambos se integren. Un buscador que ya registra 100.000 usuarios para la fase de testeo. 

DuckDuckGo: la clave es la búsqueda orgánica

La búsqueda orgánica es también el modo en el que funciona DuckDuckGo, ¿Qué mejor dato (y privado) que revele el interés de un usuario que el de la propia búsqueda que está realizando? Bajo el lema «¿Cansado de que te rastreen? Podemos ayudarte», el buscador se vende a sí mismo como una empresa de privacidad en Internet. Sin embargo, no deja de resultar inquietante que en 2020 protagonizaran un escándalo por recopilar datos de navegación de los usuarios sin su consentimiento.

Aún así, su participación en el mercado estadounidense ha crecido del 1,3% al 2,5% en los últimos dos años, según datos de Statista. Sus usuarios potenciales son aquellas personas que utilizan el modo privado de navegación, la autenticación en dos pasos o servicios de seguridad para proteger sus cuentas. También aquellas personas que han sido víctima de estafas online, de phising o de hackeo

No es Google todo lo que reluce

No parece posible que buscadores de este tipo logren desbancar a Google, o que los modelos de estos motores de búsqueda alternativos sustituyan al modelo actual. Sin embargo, en un mercado gigantesco hay sitio para todos: por pequeña que sea su cuota de mercado, si logran tan solo mojar un dedo en la nata del pastel será suficiente para su viabilidad económica. Y el modelo que proponen le resulta muy atractivo a un buen puñado de usuarios, hartos de la publicidad, celosos de su privacidad. La clave estará en cómo estos motores de búsqueda alternativos desarrollen sus algoritmos y ofrezcan resultados de búsqueda realmente satisfactorios.

La visión del anunciante debe ser de apertura hacia estos nuevos modelos, comenzar a tener una discreta presencia realizando inversiones que permitan entender hasta qué punto pueden estos buscadores empujar sus ventas. En Kanlli estamos a favor de abrazar la novedad porque pensamos que quien llega el primero acaba jugando con ventaja. Si buscas una agencia de medios digitales que te ayude con tu estrategia de marketing en buscadores, contacta con nosotros. Contamos con más de 15 años de experiencia ayudando a las marcas en search marketing no solo en Google, sino en buscadores como Yandex o Baidu, líderes de mercado en Rusia y China, respectivamente. Podemos con todo.

Vía: adexchanger