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Con el buen tiempo llega un día muy especial en el que todo el equipo de Kanlli realizamos una actividad alejada del agitado ambiente del resto del año. En esta ocasión, pudimos sacar nuestro espíritu más primitivo y salvaje en un lugar diferente y rodeado de naturaleza: el parque Aventura Amazonia, en la localidad madrileña de Cercedilla.

Invertir en los trabajadores es invertir en el éxito de la empresa y como en Kanlli somos aventureros, unos más que otros, decidimos emprender la hazaña y probar nuestra destreza con circuitos de juegos entre árboles como tirolinas, puentes tibetanos, caminos de malla, el salto de Tarzán, pasos de mono… Todos empezamos, menos nuestro amigo Asier, que tuvo un pequeño accidente nada más empezar. Suerte que todo se quedó en un susto y pudo seguir con nosotros el día, muy bien atendido por cierto.

Como no podía ser de otra manera, las fuerzas iban disminuyendo, así que nos vino muy bien sentarnos a comer y reponer fuerzas en la acogedora terraza del Restaurante Ondarreta, en San Agustín del Guadalix, donde pudimos degustar platos como revuelto de setas, solomillo a la pimienta o confit de pato.

Fueron horas de desafíos de velocidad, agilidad y equilibrio en un entorno exclusivo y de gran belleza natural completados con una comida muy agradable. Claro que el trabajo a veces no se hace esperar y entre plato y plato había que seguir…

Fue un día muy divertido y ya estamos deseando programar una nueva aventura para el próximo año, o quién sabe, quizás también en invierno.